EL MAIZ, la canción

interprete: Campo y Sabor Album: Tierra Salsa de la Vida

lunes, 15 de octubre de 2012

Velada Por la Casa Natal de Custodio García Rovira




                 
EL GUANTE DE ROVIRA Y LA PERTINENCIA DEL SENTIDO

El general, doctor, artista y dos veces presidente de la naciente república de Colombia visita la ciudad de Bucaramanga, después de 232 años.  En realidad ¿nadie se había acordado de invitarlo a su propia ciudad, la Bucaramanga del 2.012?

Ahora se encuentra representado de pié en una estatua cerca del sitio en donde nació, pero esta vez bajará hasta donde se escucha el dolor del parto de su adorada madre, el jueves 2 de marzo; también un jueves de octubre en 1816 había sido fusilado por la espalda y suspendido de una horca, ya que no se encontró verdugo que se atreviera a colocarle la soga alrededor de su cuello.  Posteriormente se le confiscaron todos sus bienes.   

Ya conoce el camino del actual parque que lleva su nombre hasta el sitio en donde naciera; es el mismo recorrido que usó para llegar a la escuela miles de veces.  Bajando encuentra una placa que registra la dirección carrera 9 calle 35 y con mirada atenta observa los múltiples cambios de aquel lugar.  Como cualquier ciudadano del año 2.012 estaba frente a la entrada de aquella casa mandada a construir por su taita, el labrador don Juan de Dios, devoto de San Cayetano, santo de la agricultura.

Aunque nadie lo invitó lo acababa de despertar de la tumba la noticia del remate de su casa natal, ordenado por el juzgado 5 Civil del Circuito, el 25 de septiembre de 2.012 en la ciudad de Bucaramanga.  Mientras las paredes y techos de su casa natal se están deteriorando, los administradores locales y la nación compran su propia incompetencia, porque es obligación del Estado velar por los patrimonios materiales e inmateriales de sus territorios. 

El General aprovecha la hora de la media noche para recorrer a pié su nativa ciudad, aunque esta vez prescindiera de uniforme.  Llega a la esquina de la capilla de los Dolores con cierta furia, mientras mira cómo a la mujer se la desconoce en las estatuas verdes de la alcaldía.  Todo un ejército de habitantes de la calle respira y pulula a esas horas en la ciudad.  Sube directo por el inodoro público de la casa de Bolívar, hasta el parque Santander, su antiguo discípulo y alumno.   

García Rovira va directo al parque de San Pío donde exhiben un vigilante pagado por la alcaldía para que todos los días y a todas horas no saboteen una escultura que costó más de lo que cuesta mantener abierta todo un año una escuela de formación artística para miles de jóvenes bumangueses, de los estratos más bajos, sin más alternativa para sus vidas que la delincuencia y el miedo; aunque Rovira cree que las cosas no tienen la culpa.

Ahora está en la Puerta del Sol, decorada con murales y uribescos y un grotesco camino rectilíneo de hormigas de metal.  La furia de Rovira crece.  La identidad de su pueblo y ciudad natal no tiene sentido.
Es hora de velar y por eso ha venido a convocar una velada en la plaza Luis Carlos Galán Sarmiento el día lunes 24 de Septiembre de 6 P.M. a 8 A.M del 25 de Septiembre de 2.012.  La próxima vez vendrá a pleno mediodía cuando ya nadie cree en fantasmas. “Rovira soy yo”.

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